Esto se debe a las lagañas, las cuales no solo sirve para recordarnos lavarnos el rostro al levantarnos, pues protegen y desinfectan los ojos, además expulsan suciedades de ellos.
Las lagañas están compuestas de mucosa y lágrimas cristalizadas, además tienen células sanguíneas y epiteliales muertas y polvo
Las lagañas no solo se forman al dormir, pues son secretadas constantemente durante el día, sin embargo se expulsan al parpadear. Lo que ocurre es que durante la noche se acumulan en los ojos. Generalmente son fáciles de quitar pero en los niños y bebes se pueden generar en mayor cantidad, por lo que dificulta el abrir los ojos.
Si bien son agente que ayudan nuestra protección es necesario consultar algún especialista en oftalmología en caso de que estas presenten pus, pues puede ser síntoma de queratitis o conjuntivitis.
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