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Si
la encía sangra al cepillarse los dientes o mascar alimentos duros, es
porque está inflamada y es una clara señal de esta enfermedad bucal, que
en etapas más avanzadas puede llevar a la pérdida de piezas dentales.
La
gingiva, más conocida como la encía es uno de los tejidos de soporte de
los dientes, junto a los ligamentos periodontales y el hueso alveolar.
Cuando las encías se inflaman, presentan enrojecimiento, aumento de
volumen [hinchazón] y sangran al cepillarse o ingerir alimentos duros,
como una manzana, claros signos de estar frente a una delicada
enfermedad denominada Gingivitis.
De acuerdo al Odontólogo Dr.
Nelson Pardo, Director de la Carrera de Odontología de la Universidad
Andrés Bello Viña del Mar, esta patología bucal puede estar condicionada
a factores sistémicos como problemas hormonales, diabetes, ciertos
medicamentos y es crítica y grave en pacientes con VIH Sida; sin
embargo, su principal causa es un inadecuado control de la higiene
bucal, que provoca una acción del componente bacteriano del biofilm, una
estructura microbiológica activa existente en la superficie de los
dientes”. Hoy, además se sabe que en el desarrollo de la enfermedad,
juegan un importante rol fenómenos de carácter inmunológico [sistema
defensivo].
El Dr. Pardo destaca que “comúnmente el cepillado
de dientes se efectúa para la remoción de restos de comida y quedar con
un aliento fresco que otorgan las pastas dentales; pero, gran parte de
la población olvida o desconoce que este hábito tiene como objetivo
eliminar las bacterias alojadas en los dientes”. Al efectuar una
deficiente limpieza de los dientes, con el tiempo aparece la presencia
de cálculos dentales [sarro], que no es otra cosa que la calcificación
del biofilm al no ser removido eficientemente en el cepillado.
Sin discriminación de edad, la gingivitis comienza con las
características ya especificadas, a las que se pueden agregar la
halitosis o mal aliento. Sin una pronta respuesta ante estos signos, y
un cambio en los hábitos de higiene bucal, la gingivitis puede avanzar
causando una recesión de la encía hacía la raíz y comienza la movilidad
dentaria. En esta estapa estamos ante la presencia de la periodontitis,
que puede llevar a la pérdida de las piezas dentales y de igual forma se
pueden producir procesos infecciosos como abscesos que pueden complicar
más la enfermedad.
El Dr. Pardo advierte que ante los
problemas que pueden afectar a las encías, es necesario recurrir al
odontólogo, “para que evalúe el estado en que se encuentra el paciente y
él tratará o derivará a la especialidad de Periodoncia, para revertir
el avance de la patología”.
Cabe destacar que la apariencia de las encías sanas debe ser de un color rosado y consistencia firme.
Pamela Pérez Gavilán Periodista Dirección de Prensa Vicerrectoría de Extensión y Comunicaciones
Tomado de: www.odontologo.blogspot.com
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